Silla Vitoriera versus Silla Chippendale (II)

on Oct 10, 2021

Silla Vitoriera versus Silla Chippendale (II)

Segunda parte del artículo donde buscamos los orígenes de la SILLA VITORIERA.

Para ello nos vamos a basar en un interesante artículo escrito por el historiador Juan de la Cruz en la revista El Pajar en el año 2000 y que trata sobre «El mueble popular en las Islas Canarias«. En él realiza un análisis de los posibles orígenes del mueble popular canario: Por un lado el mueble culto reinterpretado popularmente con características y proporciones propias,  y por otro el mueble sin un origen definido pero que a fuerza de repetirlo durante generaciones, también adquiere características propias.

Recordamos la silla menorquina que ilustraba el primer artículo, con su influencia de los diseños de Thomas Chippendale, junto a dos sillas Vitorieras con diferentes formas y diseños sobre una base común.

Un poco de historia… LA SILLA VITORIERA.

La Silla Vitoriera forma parte de los muebles denominados de soporte o asiento. Se localizan en todas las Islas Canarias, pero especialmente en las islas occidentales (La Palma, Tenerife, la Gomera y el Hierro). También son conocidas con otras denominaciones como «Silla de Brezo», «Taburete de Lira», etc. 

También son conocidas como «sillas Victorieras», por la Victoria de Acentejo, ya que existe la creencia de que fue en ésta comarca del norte de Tenerife donde estaban los artesanos que fabricaban éstas sillas y donde tuvieron su origen. En 2018 el Ayuntamiento de La Victoria solicitó declararlas BIC (Bien de Interés Cultural) con el fin de reconocer y proteger su valor histórico y cultural. Pueden leer más en el siguiente artículo del periódico El Día (21-10-2018) «La silla de La Victoria».

Sus antecedentes los podemos encontrar el las sillas inglesas del s.XVIII de estilo Chippendale y en las sillas de estilo inglés menorquín. Debieron llegar a las islas a través del comercio con Inglaterra y los ebanistas locales adaptaron el modelo a las características y maderas del entorno.

Son sillas robustas y practicas que tuvieron mucha popularidad durante los siglos XIX y XX. Aún en la actualidad se siguen fabricando aunque con otras maderas y elaboración industrial.

Características de la silla Vitoriera:

El respaldo está formado por la prolongación de las patas traseras, ligeramente abierto en la parte superior y rematado por una línea en ballesta de una o más curvas según el modelo. Las patas traseras se unen ligeramente en la parte inferior.

En el centro del respaldo se encuentra la característica pala o splat, popularmente denominada «peineta», formada por una pieza de madera recortada y calada con dibujos más o menos complicados. El modelo clásico y más popular lo podemos ver en el centro de la fotografía, con la característica peineta calada formada por un haz de cuatro flechas sobre tres óvalos.

El asiento es de madera y con forma trapezoidal. Las patas son rectas, ligeramente afiladas en la parte inferior, unidas por travesaños perimetrales. El travesaño que une las patas traseras suele estar ligeramente por encima que el resto de los travesaños.

Una de las características fundamentales de estas sillas es su elaboración artesanal, ya que no estaban encoladas y en su montaje estaban unidas mediante tarugos y cuñas que reforzaban los ensambles.

Otra característica fundamental de estas sillas son las maderas locales con las que estaban construidas. En Tenerife se solía emplear madera de castaño para el asiento y la peineta, y madera de brezo para el resto del mueble. Pero también se realizaban con madera de tea, barbuzano o todas de castaño, aunque era menos habitual.

Existen numerosas variaciones en cuanto al remate del respaldo y el dibujo de la peineta. Dependía en gran medida de la disponibilidad de madera y del la creatividad del artesano. También las hemos visto dobles o triples en forma de canapé; individuales pero con brazos; de pequeño tamaño para costura, algunas incluso con un pequeño cajoncillo para guardar los útiles de labor; con el siento recortado para usar como retrete (donde colocar la bacinilla); etc…

Su diseño ha perdurado hasta hoy en día, aunque el encanto de las más antiguas, su fabricación artesanal y sus curiosas diferencias unas de otras las hacen piezas deseadas y muy coleccionables. Las tres sillas de la siguiente fotografía corresponden al mismo modelo pero de tres alumnos diferentes, actualmente en proceso de restauración. En ellas se puede apreciar esas sutiles diferencias que las hacen encantadoras.

Sillas Vitorieras en proceso de restauración – Octubre 2021

Las fotografías que ilustran este articulo pertenecen a piezas restauradas en el taller por nuestros aplicados alumnos, felices de recuperar piezas de su patrimonio familiar y volver a darles «una nueva vida». Algunas de ellas han sido auténticos retos, pero siempre merece la pena el esfuerzo por recuperar estas pequeñas «joyas» artesanales de nuestro patrimonio cultural.

La fotografía en B/N pertenece al artículo mencionado en el inicio. Les dejo aquí la bibliografía:

Revista EL PAJAR – Cuaderno de Etnografía Canaria. II Epoca – Nº7. Agosto 2000. Dossier: El trabajo de la madera en Canarias.

Artículo «El mueble popular en las Islas Canarias» por Juan de la Cruz Rodríguez – Museo de Antropología de Tenerife. Paginas 105 a 113.

One Comment

  1. Artículo muy interesante que nos hace reflexionar sobre la importancia de recuperar y conservar nuestro patrimonio y valorar nuestras señas de identidad.

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